Las marcas están en un momento cambiando. Muchas de ellas no se acaban de encontrar, buscan un estilo propio y solo encuentran copias casi exactas de otras ideas de otros. Y así, desde la panadería del barrio hasta grandes marcas, que vemos como día a día se acaba el ingenio y la creatividad y tiran de «imágenes de Google» hacer su propia marca. Este es el caso de la nueva marca de la Junta de Andalucía, por ejemplo. Marcas que, desde la pura simpleza visual han obviado ver mucho más allá en su marca. La primera sílaba del nombre es un recurso básico y de primero de diseño… Por cierto, ¿os recuerda a algo esta «A»? Buscad en Google, ADOBE o ALPHA INDUSTRIES.

Empezando desde el inicio, y para ajustarnos en espacio tiempo… ¿Que es una marca? Para mi, una marca es todo aquello por lo que nos reconocen, todo lo que expresamos. Es, sencillamente, como nos gustaría que nos vieran cuando entramos por la puerta. Muchos creen que la marca es el logo y ya está. Y no es así. Una marca es todo lo que respiran nuestros clientes de nosotros. Desde la parte más simple, como puede ser el color o  la tipografía, hasta temas más banales como el lenguaje empleado en un mail, la filosofia que tenemos de trabajo y los valores que queremos representar. Una marca representa el «todo» en nuestra empresa, y no solo el logotipo. Esto es apenas un 10% del total. El logotipo es aquella imagen o dibujo que nos reconoce, pero va mucho más allá. Ese logotipo debe expresar, a simple vista, todo aquello que queremos transmitir.

Cuando salimos de casa, nos duchamos, nos aseamos, nos maquillamos o afeitamos, dependiendo entre hombres o mujeres, nos vestimos, perfumamos y  salimos de casa. ¿Porqué eso no lo hacemos con nuestra marca día a día? Muchas empresas salen de su trabajo con las furgonetas sucias, el parachoques medio caído o con la chapa sin rotular, con las tarjetas de visita dobladas, con la oficina llena de papeles encima de la mesa o con el letrero del rotulo exterior de la fachada descolorido. Esto también eres tú y lo que respiran los clientes de ti.

Es igual de importante tu presencia física que la de tu marca. Por eso creo tanto en las imágenes de marca. Creo en que una marca debe expresar lo que uno es y lo que quiere que sea su empresa. Para ello debemos preguntarnos,¿Qué tipo de empresa quiero ser y como quiero que me vean? En el momento que te preguntes esto y sepas contestarte, habrás llegado a la mitad del camino. Tu segunda parte será ponerle solución.

Todo estas conclusiones debes analizarlas con expertos del diseño y la creatividad de marca, y analizar que color te representa. Muchas veces pensamos que, como llevamos toda la vida con un color determinado, debemos seguir con él. Y no debe ser así. Hay marcas que deben poner en duda absolutamente todo, resetearse y comenzar un proceso. A partir de ahí, y de la mano de especialistas, construir un relato técnico de la marca. Olvídate de los antilogos por favor! De aquello de, «como soy un restaurante, pues dibujo un cuchillo y un tenedor y pongo debajo restaurante pepe y en paz». Jamás hagas eso. Y quien te lo ofrezca, niégalo. Las marcas deben de tener alma. Deben de expresar todos esos valores que quieres representar en un imagen. Que todo este adaptado y que guarde aspectos técnicos fundamentales como la adaptabilidad, consistencia, legibilidad y coherencia estética. A partir de ahí debemos vernos identificados en ella y entender el proceso creativo del mismo.

Muchas veces, en una simple linea o en un punto podemos ver mucho y decir mucho. Esto no es si me gusta o si no me gusta. El gusto es muy subjetivo y no debemos caer en la complacencia de hablar del gusto. Debemos de leer técnicamente las marcas y ver que quieren expresar con su linea creativa.

Con este primer artículo me he permitido la decencia de escribir sobre un tema que me apasiona. Un tema que me encanta trabajar en él y aportar mi granito de arena, junto a mi compañera Alba Pons, la diseñadora gráfica de la agencia y mi mano derecha en la parte creativa. Aportar nuestra visión más cercana, donde unamos los conceptos y valores más importantes del cliente en un documentos. Donde horas y horas de brainstorming nos llevan a ver auténticas maravillas en apenas dos lineas y 3 puntos. Esta es la parte bonita de las cosas. En ver, en lo pequeño, cosas maravillosas.

Espero que con este artículo nadie se sienta ofendido y, si es así, pedirle disculpas de antemano. Mi única intención es dar mi humilde opinión de un tema del que vivo y convivo día a día.

Espero que os haya gustado, Nos vemos pronto en estas lineas! 🙂